En primer lugar, nos acerca, a la situación que vive Portugal a finales del siglo XV y primera mitad del XVI. Haremos especial hincapié en la gloria alcanzada con su imperio colonial, la crisis que vivirá este modelo y la necesidad de reorientar su política comercial poniendo la proa hacia África y abandonando el Oriente. En segundo lugar, se aborda el problema sucesorio que se plantea a la muerte de Juan II y que se resolverá con la llegada prematura al trono luso del rey don Sebastián con apenas 14 años. Nos detendremos en su obsesión por conquistar África y devolverle a su país el esplendor que conoció durante el reinado de su abuelo don Manuel. Alcazarquivir, también conocida como la Batalla de los Tres Reyes, será el punto de partida para acometer la última parte de la exposición y la pieza clave para entender la conspiración. La desaparición en la arena Áfricana del joven don Sebastián abre las puertas del reino portugués a Felipe II. Parte de las elites lusas no podían admitir la sumisión a la Corona Castellana. El factor nacionalista, naciente en estos momentos en el país vecino, especialmente difundido por alguno de nuestros protagonistas, hará el resto.