El tema que trata este libro persigue dos objetivos principales. Por una parte, estudiar los saberes en el Renacimiento y en el Barroco, acercándose, entre otros autores, a Werner Rolewinck, Alfonso de la Torre, Pico de la Mirándola, Tomás Moro, Francisco de Vitoria y la escolástica, el Brocense, Montaigne, Descartes-San Agustín, Sebastián Izquierdo, Hobbes, hasta llegar a Leibniz. Y, por otra, elaborar una teoría de los saberes, esto es, considerarlos como modelos de significación y de ordenación del mundo, que van configurando Europa y la modernidad europea. Así este libro reconstruye la historia de las variaciones de un discurso, el de los saberes en general y de sus disciplinas en particular. Muestra ese incesante esfuerzo por ordenar y comprender la realidad, que acabará sustituyendo un modelo teológico, o relaborando sus fundamentos, al ir pasando a primer plano la existencia, el sujeto moderno, encarnada en hombres concretos de «carne y hueso», con nombre y rostro. Y expresa la ensoñación de Europa, que a través de los mismos, fue buscando y ensayando: la concordia racional y mejor república que cabía esperar.