El río nunca mira atrás es un libro que analiza la teoría y la práctica del método de la constelación familiar sistémica, y con ese objetivo Ursula Franke explica minuciosamente cuáles fueron los precursores de las constelaciones familiares, sin olvidar presentar y definir la terminología básica de estos métodos. Aporta asimismo un modelo hipotético que intenta explicar la eficacia de las constelaciones y aborda varias de las cuestiones que surgen durante este trabajo. La sección empírica del libro permite al lector observar el procedimiento que tiene lugar durante una constelación, desde la hipótesis inicial del terapeuta hasta la fase de resolución final. Franke explica paso a paso la aplicación de este procedimiento en la terapia individual, además de las posibilidades y las limitaciones del uso de constelaciones en la terapia individual. El estudio presentado en El río nunca mira atrás se centra en la terapia de pacientes afectados por trastornos de ansiedad. Los resultados del mismo pueden ser aplicados a la práctica psicoterapéutica regular y, por consiguiente, resultan de gran utilidad para todos los terapeutas que trabajan con constelaciones.