Sobre la esclavitud como institución y sistema económico ha llegado a acumularse una amplia literatura a lo largo del siglo transcurrido desde el fin de la guerra civil norteamericana que puso fin a su existencia en el sur de los Estados Unidos. Dentro de esta literatura, aunque subsistieran muchos desacuerdos, se fue imponiendo gradualmente una cierta interpretación que hacia mediados de nuestro siglo podía considerarse ya como visión dominante y establecida en la opinión general. Esta interpretación tradicional sería radicalmente puesta en duda con la aparición en 1974 de Tiempo en la cruz. A partir de la segunda guerra mundial se había venido gestando lo que se daría en llamar "nueva historia económica" o "cliometría", una verdadera revolución historiográfica fruto de una serie de rápidos avances en economía, estadística y matemáticas aplicadas, así como del desarrollo de computadoras de alta velocidad. Estos cambios hicieron posible el procesamiento de grandes cantidades de datos numéricos, poniendo así a disposición de una nueva generación de investigadores la amplia información dispersa en numerosos y oscuros archivos. En este contexto surge la obra de Fogel y Engerman como síntesis de la nueva luz que la cliometría puede arrojar sobre el fenómeno de la esclavitud; pese a lo cual se trata de un libro carente de tecnicismos y fácilmente accesible. Se trata de una obra profundamente polémica, que dio origen a una fuerte discusión entre los historiadores norteamericanos, no sólo desde la perspectiva tradicional, sino también en el marco de la propia nueva historia económica. Por la sustancial renovación de la historiografía sobre la esclavitud que ha provocado, Tiempo en la cruz puede ser considerada una obra clásica sin dejar por ello de ser sumamente discutible.