Tras la ocupación militar del territorio valenciano, primera fase de la conquista del siglo XIII, se inició un proceso de colonización, de reorganización de la población y del espacio agrario, edificados sobre las antiguas estructuras andalusíes. Catalanes y aragoneses iban a instalarse en aquella tierra de promisión, e iban a dotar a aquel territorio de una nueva identidad cristiana y feudal. La debilidad y la inseguridad iniciales de las estructuras sociales pronto dieron paso a la puesta en marcha de actividades económicas diversas. Concentaina se convertía así en un núcleo agrario consolidado y organizado, y asumía el papel de centro de un mercado comarcal, que permitió la llegada de nuevos contingentes y el enriquecimiento del vecindado. Este vecindado sería poco homogéneo desde el principio y, además, sufriría fuertes convulsiones. La vida de los colonos contestanos se debatía durante aquellos años entre las razias contra los sarracenos y las artigas, entre el fragor de las espadas y los golpes de azada.