El pastelero de Madrigal es la historia de una suplantación. Gabriel Espinosa fue el protagonista del incidente conocido como del "pastelero de Madrigal", que consistía en la suplantación de la personalidad del desaparecido rey Sebastián I de Portugal, siendo ejecutado tras el proceso instruido a raíz de dicha suplantación.El episodio no se entiende sin hacer referencia a la situación política en el Portugal de aquellos años. La desaparición en la batalla de Alcazarquivir (1578) del joven Rey Don Sebastián y el movimiento místico-secular a que dio lugar dicha desaparición, el llamado Sebastianismo, por el que no se le consideraba muerto, añadiéndose la promesa de que algún día volvería a recuperar su trono. Esto propició la aparición de diversos episodios de suplantación de su personalidad. Los hechos comprobados dicen que en 1594 llega Gabriel a Madrigal, tras un largo periplo ejerciendo su oficio de pastelero (no con su acepción actual sino referido a pasteles de carne y empanadas), acompañado de una hija de dos años, Clara, y una mujer, Isabel Cid. Por aquella época vivía también en Madrigal el personaje al que se apunta como urdidor del plan que debería llevar al pastelero a ceñirse la corona de Portugal. Se trata de Fray Miguel de los Santos, agustino portugués y vicario del convento de Nuestra Señora de Gracia el Real de Madrigal, que había sido confesor en la corte del rey Don Sebastián. Todo esto se cuenta aquí con gran agilidad y diálogos que mantienen viva la trama hasta el final.