En la madrugada del 9 de junio de 1933, Aurora Rodríguez Carballeira mató a su hija Hildegart mientras esta dormía. La extraordinaria criatura, concebida y educada en España según las más estrictas reglas de la eugenesia, era asesinada de cuatro tiros, y con solo dieciocho años, por la mujer que había querido hacer de ella la redentora de la Humanidad. Todos los periódicos de Madrid daban la noticia y la respuesta de la sociedad española no se hizo esperar. Se especuló con «un claro origen sexual» como móvil del crimen; «complejos a lo Mesalina y a lo Lucrecia Borgia»; «desviaciones lesbianas», no faltando alusiones «a las hijas de Lot e incluso al drama rural La malquerida». Un año más tarde Aurora fue juzgada, considerada responsable y condenada por asesinato con premeditación y alevosía. Muy pronto se pudo comprobar que la filicida era una enferma que padecía una paranoia grave. Tomando como referencia la extraña vida de las dos mujeres que, casi un siglo después, sigue despertando el interés de los investigadores, en esta obra se realiza un estudio psicoanalítico de la paranoia, una forma severa de patología que tantas veces preside los actos de los líderes visionarios.