Mas allá de los tradicionales enfoques sectoriales, en la presente monografía se construye el estatuto jurídico de un conjunto de sectores (los energéticos, las telecomunicaciones, los transportes y los servicios postales) que, por encima de sus peculiaridades técnico-económicas o de gestión, presentan importantes elementos comunes: su carácter esencial para los ciudadanos, su prestación a través de una infraestructura en red, su relevancia socioeconómica, político-estratégica y territorial para las zonas en que se establecen, etc. Como consecuencia del proceso de integración europea, de los revolucionarios cambios tecnológicos y de la globalización económica mundial, dichos servicios se han visto inmersos en un conjunto de profundas transformaciones que han evidenciado la necesidad de depurar un sistema conceptual lo suficientemente estable sobre el que ha de construirse un régimen jurídico adaptado a las nuevas exigencias sociopolíticas y económicas, y en el que se garantice no solamente la libre competencia entre los operadores sin también -y sobre todo- que su prestación esté asegurada a todos los ciudadanos.