Se han escrito ya muchos, quizá demasiados libros sobre la figura mítica de Luis Buñuel, seguramente el más conocido de los directores de cine españoles. Pero más allá de los tópicos y los lugares comunes, de su condición de azote de la burguesía y paladín del surrealismo, existe una circunstancia muy poco pregonada que la presente obra se propone explicar en toda su amplitud: Buñuel es una de las referencias inexcusables del cine moderno. Y ello se demuestra a través de un extenso análisis que, recurriendo a un singular enfoque de los más recientes estudios cinematográficos, acaba centrándose en las cuestiones relacionadas con la subjetividad y el deseo. De ahí que las películas de Buñuel se reflejen aquí como manifestaciones brillantes y subversivas de las fantasías de su director, pero también como el producto de normas y preocupaciones culturales mucho más amplias. Y de ahí igualmente que, mediante el estudio tanto de su tendencia hacia la transgresión como de su precario estatus de exiliado, Evans conceda la misma importancia a la totalidad de su obra, desde los denostados melodramas mexicanos de la década de los cincuenta hasta clásicos del cine europeo como El discreto encanto de la burguesía, Ese oscuro objeto del deseo o Belle de Jour. Accesible, imaginativo, fascinante, este libro puede considerarse la aportación definitiva al estudio de uno de los realizadores cinematográficos más importantes del mundo.