Muchos padres temen la adolescencia de sus hijos y, con frecuencia, no se sienten seguros para hablarles y orientarles en cuestiones de afectividad y sexualidad, que en la pubertad se manifiesta de un modo intenso.
Para educar la afectividad y la sexualidad de los hijos no conviene esperar a que aparezca el acné. La educación para el amor empieza mucho antes, cuando sale de su boca el primer "no quiero".

En este libro encontrarás ayuda para educar la afectividad de tus hijos y hablar con ellos sobre sexualidad, vida y salud, y para acompañarles en el maravillosos desafío de construir su personalidad y su felicidad, actual y futura.