Muchos aspectos de la sociedad del largo período que describe este libro (tres siglos de República y tres siglos de Imperio) siguen, de alguna manera, vivos entre nosotros, especialmente en las lenguas romances que hablamos, de origen latino. La huella romana ha permanecido también en otros aspectos fundamentales de nuestra vida en sociedad, como el urbanismo y las obras públicas, o la creación de una administración pública compleja, basada en el concepto de ciudadanía y en el derecho. Pero este libro, además de tratar cuestiones de tanta trascendencia para la historia occidental, hace hincapié en las formas de vivir de aquella época, en las costumbres y en la mentalidad cotidiana. La gastronomía, las termas, los juegos, la higiene, el peinado, el circo... no suelen aparecer habitualmente en los manuales tradicionales de historia y, sin embargo, despiertan nuestra curiosidad y facilitan la aproximación al conocimiento de la antigua Roma.