A las cuestiones de hasta qué punto se puede hablar de alicantinidad o de alicantinismo en el ámbito literario, o de si cabría imaginar una específica poesía alicantina, contesta Luis Español: Si se me permite una opinión, diré que prefiero pensar que lo propio no es más que una versión de lo universal. Alicante carece de cualquier significado fuera del marco español y no se puede entender la realidad y la historia de España -cuna del primer imperio global- al margen de la del resto del mundo: el chotis, arquetipo madrileño, es en realidad un baile centroeuropeo de nombre escocés, y los chistes de Lepe son traducción de otros chistes clásicos que los franceses cuentan de los belgas. Lo propio rara vez es esencial, porque no se refiere tanto a la esencia de las cosas, como al toque que les damos, es decir, a su sabor. Siguiendo con el símil gastronómico, podríamos decir que el arroz es arroz, y tiene siempre las mismas propiedades, pero también es cierto que nadie aceptaría que le sirvieran un arroz a banda si hubiera pedido una paella.