El hilo conductor de este trabajo incide en la lenta transformación y desaparición del mundo antiguo en el extremo occidental de la Península, un área periférica respecto a los núcleos centrales y decisorios del Imperio romano, en el sur de la provincia de Gallaecia, espacio comprendido entre los cursos inferiores de los ríos Miño y Duero. A la relativización del peso e influencia de lo ?germánico? en el devenir histórico de la Gallaecia, valorándolo en su justa medida y en el contexto de los conocidos como procesos de etnogénesis socio-política de las agrupaciones populares de procedencia ?germánica? (Vándalos, Alanos, Suevos y Godos), se une el hecho de que este espacio habría sido objeto de una romanización mucho más intensa y profunda de lo que tradicionalmente se había señalado. Romanización o simbiosis particular entre el sustrato prerromano y la acción aculturizadora de Roma que en el noroeste peninsular eclosionó más tardíamente que en otras áreas de la Península, lo que ha favorecido sin duda la lenta desestructuración y transformación del mundo romano en esta región a lo largo de la Antigüedad Tardía y los inicios de la Edad Media.