Nos encontramos ante la gran novela que alumbró el nacimiento y constitución de las Vanguardias del siglo xx, de los ismos que socavaron las convenciones del arte burgués, pero "Bebuquin" también es una alegoría más profunda del individuo moderno que descubre su libertad como un regalo envenenado. De esta novela, que se convirtió en el libro de cabecera de los expresionistas, Gottfried Benn dijo que "contribuyó a constituir su propia época: la de principios del siglo xx" y, con su particular "recherche de l'absolu, puso radicalmente en solfa todo el unitario colorido y sentir de la literatura alemana desde Goethe hasta George y Hofmannsthal". Con su agria antisentimentalidad, su iconoclastia, su rechazo de las convenciones narrativas y la iniciativa de convertir el torrente psicológico de "Bebuquin" y su entorno en el legítimo epos de esta novela, Carl Einstein da voz a algo tan contemporáneo como las oscilaciones y las dudas a la hora de percibir la realidad, así como a la crítica de los métodos heredados, que sólo han envilecido y esclavizado al hombre. "Señor, tú que nos diste el trabajo, dispénsame de él, de manera que pueda vislumbrar toda la posible inmensidad en lugar de dar realización a una pequeña medida."