Un trauma supone un malestar intenso por un suceso negativo brusco e inesperado de consecuencias dramáticas y causado por otros seres humanos. Este tipo de acontecimientos desborda con frecuencia la capacidad de respuesta de una persona, que puede sentirse incapaz de adaptarse a la nueva situación y perder la esperanza en el futuro. Pero un trauma también puede superarse. Hay personas que consiguen sobreponerse al terrible impacto de un atentado terrorista, de una agresión sexual, de la pérdida violenta de un hijo o de una relación traumática de pareja y descubren de nuevo, sin olvidar lo ocurrido, el valor de la existencia y la alegría de vivir. Aunque aún queda mucho por saber, sí se conocen ya las razones por las que una persona puede quedar marcada trágicamente para toda la vida o que otra, por el contrario, haga frente a la contrariedad y disfrute de la vida cotidiana. Más allá de sucesos específicos, como las agresiones sexuales o la violencia familiar, o de cuadros clínicos concretos, como el trastorno de estrés postraumático, lo que se analiza en esta obra es el trauma en sí mismo: su concepto, sus posibles manifestaciones clínicas, las diferencias individuales y, muy especialmente, las vías para su superación. A esta superación del trauma se dedica la segunda parte del libro. Hoy existen tratamientos psicológicos efectivos que, junto con el paso del tiempo y el apoyo familiar y social, pueden devolver a una persona las ganas de disfrutar de la vida.