Original reflexión que muestra la importancia del concepto de persona en la psicología aplicada desarrollando el innovador concepto de infirmidad para aplicarlo en la práctica clínica. Toda psicología y toda psicoterapia se fundamentan en una imagen del ser humano. Sin embargo, en buena parte del ejercicio actual de la psiquiatría y de la psicología clínica se considera al hombre un ""organismo estropeado"" o un agente de ""comportamiento disfuncional"", una visión reductiva que da lugar a terapias parciales y, en ocasiones, poco satisfactorias. El autor, en este texto pionero, responde a este grave problema desde varias perspectivas. En primer lugar, muestra la importancia de la antropología personalista para la psicología. En segundo lugar, aplica dicha antropología para obtener una comprensión profunda del terapeuta, del acompañado y de la relación terapéutica. En tercer lugar, a partir del novedoso concepto de infirmidad, expone con detalle cómo los modos inadecuados de vivir como persona son una variable necesaria (aunque no siempre suficiente) para la comprensión y explicación de las disfunciones psíquicas neuróticas. Xosé Manuel Domínguez Prieto es doctor en Filosofía, investigador de la Universidad Francisco de Vitoria, formador en Proyecto Hombre y profesor de Filosofía en Enseñanza Media. Miembro de la AEP. De sus cuarenta libros, destacan Para ser persona (14ª edición), La alegría de ser persona (3ª edición), Antropología de la familia, o Personalismo terapéutico.