«Cualquiera que haya seguido, libro a libro, a Isabel Díez Serrano, la primera impresión que tendrá es que se encuentra en un auténtico mosaico poético. Su obra no es unitaria, unidireccional, no es un agua serena sino un torrente zigzagueante, inquieto y rico en variedades». «La sorpresa de toda antología o recopilación, que es diversa en su propia naturaleza, se torna en este caso monumental. El primer gozo que me ha producido es su riqueza idiomática, su dominio del oficio en el verso libre y en el resto de las estrofas formalmente difíciles». «En sus libros hay mucho amor, mucha búsqueda. Y encuentro. Canta a la vida y a la muerte, canta a la divinidad en versos que a menudo se acercan al misticismo. La poesía de nuestra autora se apuntala muchas veces en las interrogaciones sobre las grandes verdades de este mundo y del otro, de lo humano y lo divino, llegando a veces a hermosas conclusiones».