A la hora de bautizar la fabulosa maqueta de barco que su abuelo le está construyendo como regalo de cumpleaños, Gavin elige Selkie, nombre de unas legendarias criaturas marinas que siempre están dispuestas a ayudar a los humanos en apuros. Muy pronto, el azar hará que el nombre puesto sea puesto a prueba cuando el anciano sufre una repentina enfermedad que lo postra en la cama, provocando el desaliento de médicos y familiares. Sin embargo, Gavin no piensa cruzarse de brazos; él hará lo imposible por logar la recuperación de su querido abuelo y, aunque el tiempo corre en su contra, aún cuenta con tres cosas importantes: su inagotable fuerza de voluntad, el barco inacabado y aquella misteriosa selkie que se le apareció una mañana en el puerto mientras pescaba con su abuelo... Pero ¿cómo han de relacionarse estos elementos para que los esfuerzos de Gavin sean recompensados? ¿Acaso todo depende de su empeño o, por el contrario, hay un plan invisible trazado de antemano?