La novela ''3 cartas a Michael y 12 para Mí Misma'' puede ser clasificada por varios géneros. De autoayuda fundamentalmente; pues trata de hacer reflexionar al lector sobre los impulsos emocionales incontrolados, llevándolo al discernimiento de lo que realmente le interesa, y es siempre, según ésta, buscar la paz y la armonía, pilares de la felicidad. Esto puede incidir en el despertar de la inteligencia emocional. También se puede catalogar como un libro intimista, ya que cuenta una historia desde la perspectiva de los sentimientos y deseos más profundos, comunes a toda la raza humana. Aderezado con un ingrediente de suspense, pues por el desarrollo epistolar de la obra deja muchas puertas abiertas a la intriga y estímulo de la imaginación. El tema está al orden del día, amor-desamor, pero la diferencia es el cristal por el que se mira. La autora consigue transmutar un fracaso sentimental en un triunfo espiritual, con gran colorido y en prosa poética.