La poesía de María Angustias Díaz Gómez ahonda en los sentimientos y nos adentra en el mar de sensaciones que la autora experimenta en distintas etapas de su vida. Sus poemas, ajenos a formalismos hueros y artificiosidades vanas, abren una puerta al alma, desde la que se puede contemplar y comprender la extraordinaria sensibilidad con la que la autora afronta la vida y la nostalgia que emana de su voz y de su acento. Nostalgia que brota de los sentimientos más nobles e intensos, con los que se va escribiendo el libro de la vida. En estos versos se trasluce con especial fuerza todo lo vivido: amor, desengaño, ilusión, desencanto, sueños, decepciones, pasiones, desencuentros, felicidad plena y ausencia de seres queridos. A través de estos poemas podemos escuchar la voz más íntima de la autora, y los latidos de un corazón que reflexiona sobre la existencia y las vivencias que le marcan desde su infancia. En suma, estos versos muestran en su más pura esencia a una persona que profundiza, con delicadeza, en el devenir de los acontecimientos que el tiempo y el destino le van deparando y en la evolución interior que provocan las emociones que suscitan dichos acontecimientos.