Han transcurrido veinte años de democracia en América latina. El continente ha devenido una región alfabetizada y urbana. En el curso de pocas décadas, la mayor parte de su población se trasladó del campo a la ciudad. ¿Se trata entonces de una región en plena modernización?
No obstante, la brecha entre ricos y pobres es cada vez más acentuada: la distribución del ingreso es la más desigual del planeta. La expectativa de vida se duplicó en el siglo, pero las condiciones de subsistencia de los ancianos se han deteriorado y los jóvenes emigran. Por primera vez en 500 años América latina expulsa población.
Las Ciencias Sociales deberían brindarnos herramientas para articular este dispar estado de cosas en una reflexión que busque transformarlo. Sin embargo, sus paradigmas explicativos predominantes fueron erosionados a un punto que compromete la confianza en su utilidad. Este desgaste es consecuencia en algunos casos de la evolución imprevisible de pueblos y sociedades y, en otros, de sus propias inconsistencias.
En este contexto, Francisco Delich propone Repensar América latina como una manera de repensar las propias Ciencias Sociales. Ello exige una relectura de los clásicos de la sociología histórica desde Tockville hasta Barrington Moore (h.). Pasando por Marx, Weber y Polanyy, el autor recupera a un olvidado Simmel y se afirma en la teoría de los campos de Pierre Bourdieu para presentar su marco conceptual articulado, capaz de organizar un mapa cognitivo diferente de América Latina.