La ciudad fue el marco del enfrentamiento bélico. La adaptación de la ciudad a la guerra fue muy rápida, prácticamente se hizo a lo largo del mes de noviembre de 1936. En ese mes, para asegurar su defensa, los republicanos militarizaron la Capital. Por otro lado, Madrid fue la base de todas las organizaciones militares, de los dos bandos, en la Zona Centro de España. Se estudian las Estructuras Militares que se desarrollaron durante toda la guerra en otros tres Capítulos. Los nacionales intentaron cercar Madrid, para rendir la ciudad, de noviembre del 36 a marzo del 37, con las ofensivas de la carretera de La Coruña, del Jarama y de Guadalajara, y los republicanos, intentaron liberar Madrid con la ofensiva de Brunete (julio de 1937) y, luego, trataron de proteger Madrid de nuevos ataques nacionales con la ofensiva de Teruel (diciembre 37 a marzo del 38). Todos los planteamientos ofensivos, de nacionales y republicanos, no pudieron conseguir sus objetivos y fracasaron. Mientras tanto, desde diciembre de 1936 a marzo de 1939, el Frente de Madrid se mantuvo activo, estable y estancado. Los dos bandos adoptaron posiciones defensivas por lo que Madrid fue un frente débil, aunque muy sangriento. Madrid sufrió diferentes tipos de bombardeos durante la guerra, Pero los que mayor impacto produjeron en la opinión pública, nacional e internacional, fueron los bombardeos aéreos que se realizaron en el mes de noviembre de 1936. Sin embargo, los bombardeos artilleros se produjeron durante toda la guerra. Se estudian también las voladuras de minas, protagonistas de la guerra subterránea, y los bombardeos aéreos de propaganda que iniciaron la guerra psicológica desde el aire