De los primeros años del exilio de Álvaro de Orriols datan los dos textos incluidos en este volumen: Romance de Madrid, que narra la guerra en la capital hasta su caída a manos de las tropas rebeldes, y Campanarios, que se centra en el fenómeno de la lucha guerrillera contra el régimen de Franco. Salvo un modesto estreno de Romance de Madrid para la comunidad de exiliados de la zona de Bayona en 1948, el exilio ha determinado la total desconexión de estas obras del que debería haber sido su público natural. En efecto, Romance de Madrid y Campanarios nunca han sido publicadas ni representadas en España, a pesar de que ofrecen un material de gran valor que reflexiona sobre nuestro pasado más conflictivo. Por ello, el presente volumen nace con el objetivo de corregir la injusticia a la que ha sido sometido, como tantos otros, el teatro de Álvaro de Orriols. Álvaro de Orriols (Barcelona, 1894-Bayona, 1976) fue un dramaturgo español que publicó tanto en lengua catalana como castellana antes y después de la Guerra Civil. Si bien sus zarzuelas gozaron de un enorme éxito en los teatros madrileños antes de 1931, sería la llegada de la Segunda República la que le permitiría al autor cosechar una gran fama gracias a una dramaturgia de corte político que hacía bandera de la defensa del nuevo orden republicano. En efecto, textos como Rosas de sangre (subtitulado El poema de la República), Los enemigos de la República, Máquinas (subtitulado Drama social antibélico), España en pie y Retaguardia (estas dos últimas obras estrenadas ya durante la contienda) ponían de relieve el compromiso inquebrantable del autor con la Segunda República hasta su misma derrota en 1939. A comienzos de aquel año, junto con medio millón de republicanos, Orriols salía precipitadamente de Barcelona rumbo al exilio francés, dejando atrás a su público y perdiendo muchos de sus textos teatrales. Las hogueras del Pertús. Diario de la evacuación de Cataluña narra, en formato de novela, las vicisitudes de aquella marcha y la llegada a los campos de concentración franceses. Tras la experiencia concentracionaria, Orriols se instalaba con su familia en la ciudad francesa de Bayona, cerca de la frontera española, donde asumía actividades políticas en el seno de la comunidad de exiliados al tiempo que proseguía con su labor de creación dramática, siempre entendida como forma de resistencia política. Su teatro ofrece una doble vertiente: si bien se trata de obras en verso en que se desarrollan conflictivos enredos sentimentales, estos se entretejen a su vez en una trama marcadamente política. De este modo, su teatro se convierte en una dramaturgia militante que propone una memoria de los acontecimientos vividos por los republicanos exiliados y lucha, de este modo, por mantener vivo el espíritu de la Segunda República. Diego Santos Sánchez es investigador en la Universidad de Alcalá (Madrid) y su trabajo gira en torno al teatro español del s. XX.