Un cúmulo de circunstancias extraordinarias puso durante diez meses al historiador Emmanuel de Las Casses junto a uno de los hombres másextraordinarios que han conocido los siglos. El universo del arte, laliteratura y la historia han preservado y avivado la gloria y hazañasde Napoleón Bonaparte. Pero pocos conocieron los verdaderos matices de su carácter, sus cualidades privadas, las inclinaciones naturales desu corazón y su profunda sabiduría. Este es el gran vacío que colma el Memorial de Santa Elena. El autor recopiló y escribió, día por día,cuanto oyó decir y cuanto vio hacer a Napoleón, durante el tiempo quepasó a su lado en su forzoso exilio en la isla. En esta selección desus palabras se escucha al hombre y al sabio, no solo al guerrero y al emperador. Publicado por vez primera entre 1822 y 1823,inmediatamente tras la muerte de Napoleón, dio a conocer lo que hastaentonces nadie había visto, al hombre sabio oculto a los ojos de lasmuchedumbres por la grandeza misma de sus hechos. Sus recuerdosíntimos y personales, sus ambiciones, sus proyectos, sus ideaspolíticas, militares, sociales, lit