El Diario Bellico de Fra Domingos da Conceiçào constituye una magnífica fuente, inédita, para el conocimiento de la guerra de Sucesión de España (1702-1714). Su autor, un franciscano nacido en Cadaval (Portugal), se enroló como capellán en uno de los tercios del marqués de Minas. La obra rescata el papel de los Braganza y de la Corte de Lisboa en el contexto internacional en un momento de especial significado para las monarquías ibéricas. De indudable atractivo para el lector resulta la mirada portuguesa que aporta el texto, tanto en el relato del conflicto dinástico como en la imagen que ofrece de la monarquía española, plural y diversa, relativa a sus instituciones y costumbres, y a su sociedad. El Diario, que comienza el 24 de marzo de 1706 y que concluye en 1713, aporta información sobre algunas de las más importantes operaciones militares acontecidas durante la guerra. Así, empieza con la narración de la marcha del ejército luso desde su entrada en tierras castellanas, al tiempo que describe las localidades por donde transitan y define las distintas actitudes de los españoles ante la cuestión dinástica. Cuenta la llegada a Madrid en junio de 1706 como todo un hito y un éxito sin precedentes para el país vecino, y anota sus impresiones sobre sus moradores, la ciudad y sus palacios. Prosigue con la proclamación de Carlos III el Archiduque en la capital y su posterior retirada. Relata las penurias de las tropas, faltas de alimentos, y los desmanes que cometieron en las poblaciones y busca responsables. Ya en tierras valencianas, que define como "un paraiso", constata la buena acogida por parte de sus habitantes, además de la belleza de las mujeres, causa, según el fraile, de que los soldados desierten. Después de la batalla de Almansa, refiere la represión que padeció Xàtiva y comenta el sentimiento de rechazo de los valencianos "al gobierno de Francia dado por Castilla". De Barcelona y sus habitantes destaca el carácter laborioso de los catalanes. Los comentarios acerca de las operaciones militares en el Principado se intensifican, con la denuncia de la falta de coordinación de los aliados y la implacable represión borbónica. No ahorra críticas a la actuación sobre la población civil de los dos ejércitos, el de los aliados y el de los borbónicos. La compleja retirada del contigente luso en el marco de las negociaciones de la Paz de Utrecht, ahonda en la sensación de semifracaso manifestada por Conceiçâo sobre la participación portuguesa en la guerra de Sucesión española.