José Manuel Cuenca Toribio destila en este libro unas preciadas gotas de la esencia de la cultura andaluza, una tierra que no ha tenido excesiva fortuna con sus exégetas, al margen de honrosas y preclaras excepciones. A partir de una escogida galería de escritores, el autor ilustra las vertientes más señaladas desde las que los intelectuales han encarado el tema andaluz: el ensayismo más clásico, representado por Caro Baroja y Laín Entralgo; la del científico social que encarnan con propiedad Sánchez Albornoz y Domínguez Ortiz; la del extranjero comprometido y perspicaz que fue el británico Gerald Brenan; la del escritor de hondas raíces, caso de Pemán o Gala... entre otros nombres de no menor relieve. Un texto desprovisto a conciencia de la habitual parafernalia documental y bibliográfica, desde la pretensión -satisfecha- de trasladar a un lector medio y no especializado las claves primordiales del pensamiento andaluz, visto por una pléyade de personalidades de nuestro pasado reciente (alguna de ellas, felízmente en activo).