Es bien sabido que unos fabrican la mierda, otros engordan con ella y algunos mueren por ella. Pero los casos más calamitosos son aquellos en los que la misma persona fabrica la mierda, engorda con ella y muere por culpa de ella. En torno a esa gran cloaca que se alimenta del poder viven y satisfacen su codicia nuestros personajes. El crimen encierra el misterio. El día y la noche se mezclan, siempre en tensión. Luces, voces, ruidos y silencios, siempre al acecho, descubren los cadáveres aún sin identificar. Solo una orquídea blanca indicará el camino hacia el gran espectáculo del país y sus corrupciones. Entre la vida, la muerte y la investigación van surgiendo historias enclavadas en la segunda mitad del siglo XX, pasado que hoy se nos revela como la gran frustración del hombre de estos años. Una cierta atmósfera de novela negra envuelve lugares, figuras y acciones, recurso tan cinematográfico para arrojar luz sobre la sociedad.