A partir de las dos últimas décadas, la investigación y la práctica pedagógicas han demostrado claramente la conveniencia de abordar el desarrollo de las múltiples funciones del lenguaje como una facultad de los alumnos y las alumnas para construir significados y comunicarlos a otros con propósitos definidos; es decir, utilizar el lenguaje para crear, para procesar variadas informaciones y establecer múltiples interacciones. Vistos así, el lenguaje oral, la lectura y la escritura constituyen prácticas culturales; los alumnos y alumnas aprenden sus usos, funciones, significados y convenciones a través de la interacción con sus familias, sus pares, su comunicad escolar, vecinal o étnica, todos los cuales utilizan el lenguaje en contextos específicos, para usos que les son propios. Resulta entonces, que aprender a hablar, a leer y escribir significa, entre otras cosas, aprender a participar en eventos comunicativos. En tal sentido, la actividad a través de la cual se enseña, reviste una gran importancia respecto al aprendizaje del lenguaje; es decir, no son únicamente los contenidos que se abordan los que importan, sino también lo que se hace con ellos; la actividad es una parte medular de lo que se aprende. Por estas razones resulta tan importante la forma a través de la cual los alumnos y alumnas enfrentan la comunicación oral, la lectura y la escritura; es esta forma la que les permite aprender cómo y por qué se utiliza el lenguaje, en situaciones reales. Taller de Lenguaje-2 se estructura en ocho capítulos. El primero describe las bases teóricas de un Programa Integrado de Desarrollo de las Competencias Lingüísticas y Comunicativas de los alumnos y las alumnas; los capítulos siguientes desarrollan más ampliamente los principales componentes del programa: Espacio para tomar la palabra e interactuar, Procesamiento de la información antes, durante y después de la lectura, Taller permanente de producción de textos, Contextos para el aprendizaje y Evaluación de las competencias lingüísticas y comunicativas.