Este texto pretende comprobar la viabilidad de lo neutro como posibleinstrumento para nombrar algunas operaciones en arquitectura. Frenteal sistema de dualidades con el que enunciamos lo real, lo neutro sesitúa no tanto en el punto medio como en el punto opuesto a ambostérminos. No es la conjunción de contrarios, sino aquello que desvíala propia pregunta que obliga a elegir. Próximo a los conceptos deindefinición, indiferencia e inacción, lo neutro se revela como unmecanismo fundamental de disolución para la arquitectura.Tras un análisis del contexto teórico sobre el que se asienta ladialéctica bidireccional forma-función, su consolidación en losprimeros años del siglo XX y también su entrada en crisis mediante laintroducción de nociones multirrelacionales como entorno y sistema, se proponen tres modelos de estudio: la planta tipo, la planta única yla planta de equivalencias. En cada uno de ellos se reconoce lapresencia de los mecanismos geométricos y operaciones conceptuales que lo neutro utiliza para generar respectivamente condiciones desoporte, de marco o de campo. Todos ellos apuntan a un entendimientode lo neutro que asocia su fórmula de doble negación (ni lo uno ni lootro) con el estado más incipiente de la materia, aquel en el quetodavía no es, pero que ya contiene todos los elementos de posibilidad de ser: lo neutro como potencia. Por ello, se desarrollan tambiénalgunas estrategias basadas en la renuncia, al abordar la cuestión dela potencialidad desde la negación. Partiendo de dos condicionessuperficiales básicas, la del muro vertical y la del suelo horizontal, se analizan algunos discursos basados en una restricción radical aestos dos elementos. Por último, la posibilidad de toda potencia de no actualizarse lleva a explorar el no hacer como renuncia voluntaria ysu capacidad de transformarse en acto de resistencia.