La defensa entusiasta que Heidegger hizo del nazismo dejó huellas discordantes en la cultura política de la posmodernidad. Como filósofo, elaboró un pensamiento extraordinario con el que trató de «superar» la tradición filosófica occidental. Su obra se convirtió en una fuente inspiración primordial para las anti-filosofías, los anti-esencialismos y los movimientos de la era posmoderna, atrayendo a pesadores tan emblemáticos como Foucault, Lacan, Derrida, Deleuze y Baudrillard. Sin embargo, los críticos vieron en las obras de estos autores una falta peligrosa de juicio político y de responsabilidad. Su aclamación de Heidegger parece altamente sintomática. Heidegger y los nazis reconstruye los hechos y argumentos en torno a la actitud política de Heidegger y los sitúa en el debate de crítica política que caracteriza el paso al siglo xxi. La razón, la modernidad, el humanismo, la subjetividad y la identidad son algunas de las cuestiones más importantes de este debate. Pero lo que está en juego no es sólo la reputación de los filósofos, sino también la posibilidad de una oposición eficaz al resurgimiento del nazismo en nuestro tiempo.