Madrid, hacia 1930. Escritores y artistas comparten una misma aventura. Federico García Lorca, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Maruja Mallo, Margarita Xirgu. En este hervidero de creatividad, de profundas transformaciones sociales y políticas, aparece Manuel Gilabert, un poeta rural, absolutamente sublime, absolutamente entregado a la pasión del verso, a la intrincada búsqueda de la gloria. Pero muere joven y existen retazos de su vida que son un misterio. Nadie conoció su historia de amor, pero sus versos no podían ser escritos más que para Marcela Duarte, una mujer casada de fascinante belleza, de exquisita sensibilidad y enorme capacidad de seducción. Ahora, muchos años después, con la muerte cerca, ella recuerda esos años intensos, esas cartas sobrecogedoras, la pasión que les hizo ser felices en secreto en un tiempo difícil, atormentado y dichoso que dejó su testimonio en los más encendidos poemas de Manuel. En «El amor y la nada», José Luis Ferris nos cuenta de manera irresistible una historia verdadera con personajes tan reales que se confunden sin remedio en la imaginación del autor.