Ofrecernos una visión de conjunto de la evolución de la economía y la sociedad europeas desde el año 1000 hasta 1750 es algo que sólo un historiador de la talla de Carlo M. Cipolla podía realizar con éxito. Su Historia económica de la Europa preindustrial se ha convertido por ello en un clásico que el gran historiador italiano se ocupó de revisar y poner al día hasta esta última y más reciente edición. En este espléndido libro Cipolla nos ofrece, en una primera parte, un cuadro estructural del sistema económico de la Europa preindustrial, desde la población a la tecnología, pasando por los rendimientos agrícolas, la organización del trabajo, el papel de la mujer, el crédito o el gasto público, sin olvidar aspectos que escapan a los análisis tradicionales como las consecuencias de la contaminación del medio ambiente. Tras este análisis estático, una segunda parte nos propone «dar vida al cuadro anterior, mostrando que, aunque ciertas características de fondo perduraron a lo largo del período considerado, otras cosas cambiaron». La revisión comienza con la revolución urbana y sigue hasta el agotamiento de un mundo que iba a ser transformado por la revolución industrial, con una especial atención a los grandes cambios en los equilibrios mundial e intraeuropeo. Cipolla tiene la habilidad de enriquecer sus análisis con una constante referencia a lo concreto -el texto va acompañado de un gran número de tablas y gráficos- y a los hechos de la vida real, desde la prostitución considerada cono actividad económica hasta las consecuencias del agotamiento de los bosques.