Las cartas de Cicerón se pueden entender como extractos de un diario de su vida y por extensión como un retrato de su época. Y es que hay momentos de su vida en que es posible seguir día a día no solo sus acciones, sino hasta sus lecturas y el curso de sus pensamientos y preocupaciones... Cualquier lector, pues, podrá decir de Cicerón lo que su hermano Quinto: «te he visto por entero en tu carta» (te totum in litteris vidi). Porque, en un diálogo directo con sus interlocutores, el autor se despoja por momentos de la máscara del personaje para mostrar todas las contradicciones -grandezas y miserias- del ser humano: sensible y vanidoso, obsesionado con su imagen pública y el apoyo de los poderosos, cálido o distante para con los suyos, a veces consecuente, dubitativo siempre. Este ha sido el punto de partida del libro que el lector tiene en sus manos: trazar un recorrido por la vida y la época de Cicerón a partir de una selección de sus cartas más representativas, en su original latino y en la traducción y notas de José Miguel Baños.