El 25 de septiembre de 1886 la Universidad de Deusto inició su actividad en Bilbao, después de un proceso de reflexión de la Compañía de Jesús por ubicar un centro de estudios superiores en España. La confluencia de intereses con la burguesía bilbaína hizo posible que la elección, en un lugar no muy lejos de la Villa y sí lo suficiente como para favorecer las actividades de estudio y aislamiento, se ubicara en Deusto. La Diputación de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y demás instituciones públicas o privadas del entorno han brindado a la Universidad su respaldo a lo largo de la historia, respetando el devenir independiente de un centro con 125 años de existencia y casi 100.000 antiguos alumnos que constituyen su mejor carta de presentación en el mundo. Deusto, hoy día, después de una profunda transformación para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior, comprende seis facultades principales que agrupan a seis grandes áreas de conocimiento, que han sido cultivadas tradicionalmente: Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales, Psicología y Educación, Ingeniería, Ciencias Sociales y Humanas, y Teología. Además la Universidad ha desarrollado diversos institutos y cátedras especializadas en postgrados e investigación en un amplio abanico de temas: estudios vascos, estudios europeos, derechos humanos, drogodependencias, estudios cooperativos, ocio, ciencias religiosas, derecho y genoma humano, competitividad y estrategia, innovación pedagógica, derecho de la empresa, etc. Está ubicada en dos campus, Bilbao y San Sebastián, y cuenta con unos 10.000 alumnos, seiscientos profesores estables y mil doscientos profesores invitados. La profesora Mª Jesús Cava, catedrática de Historia Contemporánea y Jon Joseba Leonardo, catedrático de Sociología, ambos profesores de la Universidad de Deusto, relatan en estas páginas con precisión y visión crítica los últimos 25 años (de 1986 a 2011) de este centro, pionero en la formación universitaria de referencia internacional. En estos 25 años recientes, Deusto ha evolucionado de una forma espectacular. Su energía interior permite vislumbrar un horizonte de gran aportación intelectual para la sociedad a la que dirige su esfuerzo y trabajo, dotando a sus alumnos de una formación humanista para afrontar los retos profesionales del siglo XXI.