La mayoría de nosotros tenemos una visión de la civilización lacedemonia impregnada de consideraciones tópicas y convencionales, principalmente originadas a través de la lectura demasiado fiel de los textos de los autores antiguos y de una historiografía moderna que se ha limitado a reproducir esos mismos esquemas. Así, la presente obra estudia el desarrollo de la sociedad y de las instituciones que rigieron los destinos de Esparta durante cerca de ocho siglos adoptando las últimas aportaciones realizadas por la investigación contemporánea. Por ello se analiza la organización de la comunidad espartana, que la leyenda atribuyó a Licurgo como primer sistematizador, desde cuatro ángulos, que si bien por separado permiten observar el intenso desarrollo que poseyó esta cultura, en conjunto nos faculta a entender y comprender mejor la peculiar posición que ocupó dentro de la existencia cotidiana de Grecia: Las instituciones de gobierno, la sociedad, el buen orden en la convivencia entre ciudadanos y la vida cultural e intelectual.