Tomás Casademunt (Barcelona, 1967) es un fotógrafo que se forja durante dos décadas como reportero gráfico.
En búsqueda permanente ha realizado notables series fotográficas, dentro de las cuales La muerte en el altar ocupa un lugar privilegiado. El álbum registra aquellos altares familiares del día de Muertos que todavía no están contaminados por el fenómeno turístico de la fiesta. En estas fotografías, la presencia de la muerte no es tan evidente como una calavera de azúcar, Casademunt capta atmósferas íntimas donde se aprecia el goce estético de la familia y se percibe el luto e incluso la "presencia" del ánima; registra los altares familiares que se construyeron para ser vistos sólo por la familia y el espíritu del muerto, sólo por el goce de hacerlos. Plasma sus imágenes en encuadres frontales: no persigue el encuadre espectacular, no le interesa ser protagónico.
Como un etnólogo, deja un testimonio fotográfico sin agregar nada. Tras siete años de pesquisas en poblaciones de los estados de Morelos, Michoacán, Oaxaca, Yucatán, Tlaxcala, Puebla y Guerrero, el resultado es un conjunto fotográfico de gran belleza.