El hilo conductor es claro y da unidad a todos los ensayos, que aparecen capítulos de una monografía: versan sobre el papel de la historia del derecho en los planes de estudios universitarios, con particular atención al desarrollado en las facultades de derecho. Aunque didáctica e investigación sean campos interrelacionados, el autor advierte que en estos trabajos intenta ceñirse a la utilidad de la enseñanza histórico-jurídica en la formación del jurista. El argumento se refiere a una cuestión preliminar que todo responsable de un curso de esta disciplina debe plantearse, más aún cuando -Pio Carona lo advierte inmediatamente, endosándonos esta afirmación- se trata de una disciplina "tan diferente". Por su parte, el profesor suizo reconoce que las cuestiones de por qué y del cómo profesar esta disciplina histórico-jurídica han sido el hilo conductor de un vagabundeo que coincide con toda su vida académica... Un doble punto de vista: El científico, por mostrarse como aliados de los cultivadores del derecho positivo (especialmente de los civilistas) y por sus frecuentes "incursiones"- así se llaman- en territorios tradicionalmente reservados a los medievalistas y modernistas. El didáctico, porque desde hace poco tiempo los ordenamientos universitarios, al incluir la nueva materia denominada Fundamentos del derecho europeo (tanto en las escuelas de especialización para profesionales legales como en las titulaciones de las facultades de derecho), asignan su enseñanza a los romanistas, en un acto de investidura que confirma sus pretensiones de depositarios de las presuntas raíces del derecho europeo...