El libro tiene que ver con el estilo del F.C. Barcelona tutelado estos años por Pep Guardiola. Digamos que el Barça se erige en vehículo interpretativo y como organización de interacciones coherentes con una forma de expresarse a través del "ordenador natural del juego", algo tan poco tecnológico, tan poco digital y tan poco contemporáneo como un balón de cuero. Óscar Cano elige como paradigma de las interacciones que reclama el juego al Barcelona. El Barcelona como excusa para expresar no sólo una forma de jugar, sino unos procesos para la formación no deformadora. Si en medicina te recomiendan como medida preventiva que hay que escuchar al cuerpo para anticipar sus solicitudes, también hay que intentar escuchar al equipo en vez de que sea él el que te escuche a ti. Del prólogo de Juanma Lillo Las explicaciones de Óscar Cano nos permiten comprender las causas profundas que discurren por debajo del río. Nosotros solo vemos la superficie. El juego posicional, el balón que circula con velocidad, las finalizaciones de Messi... Pero no acertamos a entender qué fuerzas se unen para alcanzar esos objetivos, ni qué pensamientos se generan entre futbolistas próximos para desarrollar semejante movimiento. ¿Entrenaron ese pensamiento? ¿Pensó alguna vez Messi de antemano lo que iba a hacer? Tendemos a responder afi rmativamente, con toda probabilidad porque jamás hemos hecho -ni haremos- nada parecido a lo que estos jugadores interpretan sobre el césped. De ahí que busquemos explicaciones sofi sticadas y, sobre todo, preestablecidas a jugadas que no sabemos ni describir, pero la realidad es más simple: estos futbolistas son muy buenos, como se ha hartado de decir Guardiola sin que casi nadie le escuchara. Del prólogo de Martí Perarnau