El presente volumen es el segundo de una trilogía dedicada a la historia de Comunión y Liberación. Tras la crisis de 1968, el autor pasa revista a los acontecimientos del renacimiento y de la difusión. En 1969 el movimiento tomó el nombre de Comunión y Liberación, que surgió casi por casualidad, y consigue evocar todos los elementos esenciales de la intuición de Don Giussani. La expansión que experimenta en este decenio es impresionante. Aparecen comunidades cielline en todas las regiones de Italia; más aún, se cruzan las fronteras de la península italiana y el movimiento llega a Suiza, España, Brasil, el Congo, Uganda. Ni siquiera teme atravesar el «telón de acero» y hacerse presente en Yugoslavia, Polonia Checoslovaquia. Pero más significativa aún que la presencia geográfica es la presencia del movimiento en todos los ámbitos sociales y eclesiales: en la universidad, en la escuela de todo tipo y grado, en el mundo del trabajo, en la esfera de la caridad, en la cultura, en la música, en el arte dramático. No se trata de una presencia siempre agradable: está la aversión de los violentos de derechas y de izquierdas y, en la Iglesia, la incomprensión de los que no entienden le niegan el espacio y el reconocimiento. Massimo Camisasca, respondiendo a un compromiso tácito asumido con el primer volumen, ha sabido señalar, entre los acontecimientos de la confuse cristiandad de nuestros días, aquellos que tienen un relieve ocnsistente y no efímero. De este modo, ha trazado un fresco que es importante para CL, para la Iglesia y para todos los que deseen comprender un capítulo decisivo de la historia de Italia.