Desde el inicio de la prehistoria como ciencia ha estado presente el interés por conocer para qué servían los útiles líticos. Muchos han sido los esfuerzos y las estrategias científicas destinadas a ello. Con el nacimiento del análisis funcional de la industria lítica a partir de la observación microscópica de las trazas de uso, la disciplina prehistórica se ha dotado de un protocolo de investigación que permite un acercamiento científico al problema de la funcionalidad de los útiles prehistóricos alejándose de aproximaciones especulativas. Sin embargo, este método no está exento de problemas. Éstos afectan principalmente a la observación de las trazas de uso, a su origen y al valor inferencial que se les debe otorgar. A lo largo de este libro se realiza un repaso a los orígenes y evolución metodológica de este tipo de estudios, a la vez que se exponen las principales trazas de uso, profundizando en su origen, clasificación y valor inferencial. Junto a ello, en la primera parte del libro se realiza una reflexión sobre el origen de los útiles y la relación existente entre su forma y función.