El mundo es un tablero de ajedrez en el que las piezas de la monarquía británica juegan un papel esencial. Sobre ese marco, tres mujeres han dominado la escena de un modo preponderante. Isabel II, la reina quefue, lo fue por el movimiento azaroso de las cadenas sucesorias. A sumodo, ejerció el liderazgo y marcó el rumbo de la partida durantedécadas. Diana, a la que no dejaron ser reina, acbó siéndolo, acasopara siempre, porque supo ganarse el corazón de todos merced a susesfuerzos por conseguir un mundo mejor. Fue retirada de formaprematura del tablero, aún con más preguntas que respuestas. Y Camila, la que no iba a serlo, acabó ascendiendo a categoría de reinaconsorte. Y las tres reinas han ido jugando su cometido con un factorcomún: el rey Carlos III, de quienes han sido respectivamente madre,esposa fallecida y esposa actual. Analizar los movimientos, laspersonalidades y los secretos de cada una de las tres reinas nos dalas claves de la partida en la actualidad y nos permite anticipar quéocurrirá en un futuro inminente, ahora que una de las institucionesmás decisivas del ajedrez mundial se