El género novelístico se había beneficiado, a lo largo de todo el siglo XVIII, del auge de la lectura como ejercicio no sólo de formación, sino también como forma de entretenimiento. Pero fue el extraordinario desarrollo de la civilización urbana durante el siglo XIX lo que dio el impulso definitivo al género. Hacia 1830 la novela adquiría cartas de nobleza en el ámbito europeo convirtiéndose en el género por excelencia. En 1881 Zola escribía: "La novela se ha adueñado de todo el espacio, ha absorbido todos los géneros. [...] No se trata solamente de una diversión, de un entretenimiento; es todo lo que se quiera, un poema, un tratado de patología, un tratado de anatomía, un arma política, un ensayo moral". El desarrollo de la instrucción y la progresiva alfabetización de la sociedad en los países más avanzados; la lectura convertida en "fenómeno de masas" entre las mujeres de la burguesía acomodada; el incremento de las tiradas con el aumento de lectores, abaratando el precio de los libros; la publicación por entregas en periódicos de las obras de los grandes novelistas, que permitían acercar la novela hasta los estratos más humildes, son factores que contribuyeron al espectacular triunfo y a la supremacía de la novela durante el siglo XIX, frente a las demás posibilidades de expresión literaria. Pero, sobre todo, la novela se prestaba admirablemente a la representación de la existencia moderna. Este volumen recoge la producción y trayectoria de los grandes maestros: Jane Austen, Dickens, Balzac, Walter Scott, Stendhal, las hermanas Brontë, Flaubert, Melville, Twain, Dostoievski, Tolstói, Zola, Galdós, Clarín, Stevenson, Henry James y la narración policíaca.