Tras el «gran despertar» woke se esconde una ola de locura que ahogael mundo occidental.En nombre de la lucha contra la discriminación,esta religión surgida en las universidades estadounidenses predicaverdades bastante inusuales: su «teoría de género» sostiene que elsexo y el cuerpo no existen, y que solo cuenta la conciencia. Su«teoría crítica de la raza» afirma que todos los blancos son racistas, pero que ninguna persona «racializada» puede serlo. Su «epistemología del punto de vista» sostiene que todo conocimiento está localizado yque no existe ciencia objetiva, ni siquiera en las disciplinastradicionales. El objetivo de los woke es «deconstruir» toda herenciacultural y científica de un Occidente que acusan de sexista, racista y colonialista. Incluso los académicos parecen haber sido seducidos por la absurdidad de estas creencias, y rechazan la razón y la tolerancia que hasta ahora habían sido el núcleo de su profesión.Todos loscaminos parecen llevar a una dictadura en nombre del «bien» y de la«justicia social». Se necesitará coraje para decir no a este mundoorwelliano que se nos promete.