El tema de Cero es la opresión, bajo todas sus formas. La ejercida al amparo de las instituciones -el Ejército, la Iglesia, el Gobierno, la enseñanza, los medios de comunicación- y la opresión que se instaura a través del sometimiento físico. Ignácio de Loyola Brandao se dedica con esmero, minuciosamente, a desmontar y a mostrar, en las páginas de este libro, cómo el poder constituido domina la vida del individuo desde que nace, condiciona su formación, fábrica de sus tabúes y represiones y por último lo aniquila y destruye al primer intento de rebeldía. Un rebeldía que en José, protagonista de la novela, es primaria, casi instintiva, carente de un claro contenido político. José no es un revolucionario; es un hombre convencido de que el sistema sólo le reserva el hambre, la enfermedad y la muerte; la única función de su rebeldía es escupir el odio y el asco frente a las condiciones de vida, frente al vasto aparato de la represión. Publicada en Brasil más tarde que en Europa, esta novela alcanzó rápidamente una difusión insólita y multitudinaria que la convierte en uno de los libros brasileños más vendidos de todos los tiempos.