En los medios de comunicación occidentales, Oriente Medio aparece como el escenario de una violencia sin fin, agudizada desde el 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, para comprender los conflictos de la zona es preciso rastrear con atención la historia general de la región, las cuestiones políticas y económicas, el proceso de descolonización, el culto de la lucha armada, el discurso inicial del nacionalismo árabe (1920-1940), el marxismo-leninismo (1950-1970) y el islamismo reciente. Observando con atención la disolución del imperio otomano, las «grandes revueltas» (iraquíes, sirias, palestinas y egipcias), los regímenes revolucionarios árabes (1950-1970) y la radicalización de la respuesta islamista en Argelia y Egipto en los años 90 frente a la respuesta coercitiva de los estados, Borzaslan termina por proponer una nueva interpretación de Al Qaeda que demuestra las limitaciones de las políticas de seguridad en el contexto presente.