Al descubrir un almacén, un taller o una antigua nave industrial para habitarlo y muy a menudo también para trabajar y crear, los artistas y profesionales o los espíritus menos convencionales encontraban su propio espacio, abierto y desnudo, que adaptaban a sus necesidades personales. En la actualidad, ya podemos decir que el loft no hay que ir a buscarlo sino que «viene a nosotros». Muchas de las nuevas viviendas que se construyen se proyectan como espacios abiertos con zonas comunes diferenciadas, si bien las áreas privadas siguen estando compartimentadas. La necesidad de independencia y privacidad en viviendas familiares o compartidas dificulta el poder establecer un continuo absoluto. A través de los trabajos de algunos de los más prestigiosos arquitectos del momento, este libro muestra diversos ejemplos de cómo el concepto de loft se ha instalado actualmente en nuestra percepción de lugar para vivir.