Corazones cicatrizados es una novela sobre el sufrimiento humano. En ella, Blecher traslada su experiencia existencial durante el tiempo en que estuvo internado en el sanatorio de Berck, en la costa francesa del canal de la Mancha. Es una obra llena de lucidez, sobriedad, autenticidad y fuerza emocional. No se trata de un libro lacrimógeno sino de la realidad cruda; no del sufrimiento físico, sino del moral, del anímico. El personaje central es un alter ego del autor que acepta lo trágico de su situación pero sin dejarse abrumar por la crueldad implacable de su destino. El sufrimiento del protagonista es un sufrimiento colectivo. De todos los internados en el sanatorio, ninguno se deja desmoralizar por su trágica existencia; al contrario, todos están llenos de una impresionante ansia de vida, tratan de vivir, inmovilizados en sus camillas, dentro de un caparazón de yeso, como seres sanos: hacen amigos, se enamoran e incluso organizan juergas nocturnas. En este libro, Blecher presenta una variedad tipológica de los personajes que pueblan el sanatorio, con sus distintos temperamentos y caracteres. De esta novela dijo el escritor Mihail Sebastian que «penetra en las zonas más complejas del alma y nos las da a conocer con precisión analítica», y sorprende la extraordinaria fuerza expresiva con que el protagonista exterioriza su angustia interior.