DICE el mito griego que el dibujo nació cuando una mujer quiso fijar la sombra que su amante dormido arrojaba en la pared antes de partir a la guerra. Beatriz Blanco en este libro reivindica el amor (o el erotismo, si es que es otra cosa) como semilla del arte, de la poesía, pero también como alimento de la memoria en esa mujer que recibe y recuerda, y al hacer ambas cosas vuelve exquisito todo lo que ella roza. Libro bello, cercano y sobre todo hermoso. BEATRIZ BLANCO (Madrid, 1954). Es poeta y arquitecto. Ha publicado los libros de poesía: Peán, 2001, y Despertar al héroe, 2005, ambos en Huerga y Fierro. Otras publicaciones: Arte sin pedestal (1997), El hilo de Ariadna nos guíe por el laberinto de la ciudad (1998), Números frágiles (2000), Palabras náufragas (Poema) (2003), La ciudad, materia de duda (2004), Caligrafías de agua (Poema) (Revista "Formas de Arquitectura y Arte", núm. 18, marzo 2008).