Este libro presenta un análisis histórico-estructural de la sociedad, la economía y la política de España a lo largo de los siglos XIX y XX. Cronológicamente, arranca con la crisis del Antiguo Régimen a finales del siglo XVIII, y llega hasta la transición democrática después de la larga dictadura franquista. El estudio es una "historia social" de España en un sentido moderno y lato de historiografía social, comprendiendo múltiples aspectos que sobrepasan con mucho los fenómenos "sociales" (en el sentido estricto y restringido de la palabra). Se acentúan, ante todo, los problemas centrales, los conflictos políticos y los déficits estructurales que condicionaron el desarrollo del país, el desigual crecimiento industrial y agrario, la polarización social, el surgimiento y crecimiento de un proletariado agrícola e industrial, la dinámica de los nacionalismos periféricos, la influencia y el papel de la Iglesia Católica, la tradición de los pronunciamientos y las intromisiones militares en decisiones políticas, el sistema de gobierno con sus respectivos mecanismos de integración y exclusión, la política de ultramar y colonial, los intentos renovadores y, finalmente, la rápida modernización del país, primero económica y después política. Dominan en la exposición los aspectos estructurales, integrándose los resultados más recientes de las investigaciones históricas.