Seleccionadas caprichosamente entre los numerosos escritos publicados por José Bergamín entre los años 1923 y 1936, y aparecidas en las publicaciones más sugestivas de la época, muestran ese particular ingenio, ese rigor intelectual en la selección de temas y a veces en la frivolidad e ingeniosidad de sus planteamientos, que su autor supo llevar hasta el final. «¡Qué pocos se atreven a seguir hasta el fin su propio pensamiento!», nos dejó dicho en un juvenil y certero aforismo, que se recoge en esta muestra. Siguiendo a su autor hemos llamado «previas» a estas prosas bergaminianas anteriores a 1936. Pero disintiendo de su afirmación de que su forma poemática las denuncia como tentativas juveniles. Por el contrario, muchos de los textos aquí recogidos pueden considerarse auténticas joyas de la literatura española y fue su lectura lo que mereció en 1930 el siguiente elogio de Azorín: «Maestro de gran parte de la juventud española es hoy Bergamín, sobre todo de los más jóvenes y de los poetas de hoy». Prehistoria de un gran prosista, suponen el nacimiento y forman parte de una de las obras más apasionantes de la literatura y el pensamiento poético español de la primera mitad del siglo XX. Edición de José Esteban (Sigüenza, Guadalajara, 1936) ha repartido su vocación literaria entre la edición, la investigación, la crítica y la novela. Como escritor ha cultivado numerosos géneros y en el catálogo de Renacimiento y Espuela de Plata pueden encontrarse una buena muestra de sus trabajos con libros como Vituperio (y algún elogio) de la errata (2002), Judas. Hi de puta! Insultos y animadversión entre españoles (2003), Las mil y una palabras de casa de putas (2005), El epigrama español (2008) o La generación del 98 en sus anécdotas (2012). José Bergamín (Madrid, 1895-San Sebastián, 1983). Poeta y prosista de la generación del 27, es una de las personalidades más sugestivas de lo que ha dado en llamarse la Edad de Plata de la literatura española. Publicó sus primeros escritos en la revista Índice que dirigía a principios de 1920 Juan Ramón Jiménez. Con el poeta de Moguer editó sus dos primeros libros de aforismos (El cohete y la estrella y La cabeza a pájaros). Pero la dimensión de su compleja y rica personalidad aparecería en los años de la Segunda República. Director de Cruz y Raya, su obra se enriqueció durante sus años de exilio. En 1958 regresó a España, pero se vio obligado a exiliarse por segunda vez, volviendo definitivamente a Madrid en 1970. Murió en San Sebastián en 1983, cansado de ser español. Profundo conocedor de nuestros clásicos, sus viejas formas temáticas y expresivas adquieren en sus manos una dimensión aleccionadora. Destacó como un poeta que, partiendo de Bécquer, completó un diario lírico, sin parangón en la poesía moderna española.